El cuarto domingo de la pascua
(Blanco)
Tema del día: Hoy celebramos el hecho de que Cristo es nuestro «Buen Pastor» quien nos cuida y protege como sus ovejitas queridas. Nosotros que creemos conocemos a nuestro Buen Pastor y lo seguimos con seguridad, aún al andar por «valle de sombra de muerte,» porque sabemos que nos protegerá con su mano poderosa.
La Colecta: Todopoderoso Dios, Padre de toda misericordia, ya que despertaste de muerte al Gran Pastor de tus ovejas, concédenos tu Espíritu Santo, a fin de que conozcamos la voz de nuestro Pastor y lo sigamos, para que ni el pecado ni la muerte nos arrebate de tu mano; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Hechos 4:23-33 Cuando la congregación en Jerusalén escuchó que los líderes de los judíos habían mandado a Pedro y Juan que no predicaran, ellos pidieron a su Buen Pastor en oración que les diera valor y denuedo para predicar el evangelio aun en medio de peligro. El Señor contestó su oración, dándoles la fuerza y valor para testificar a él.
23Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; 25que por boca de David tu siervo dijiste:
¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
26 Se reunieron los reyes de la tierra,
Y los príncipes se juntaron en uno
Contra el Señor, y contra su Cristo.
27Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 29Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
32Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
El Salmo del Día: Salmo 23
Salmo de David.
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
La Segunda Lectura: 1 Juan 3:1-2 Por el amor maravilloso de Dios, nosotros hemos llegado a ser sus hijos queridos. Aunque todavía no podemos ver completamente la grandeza de nuestra herencia, la veremos cuando regrese Cristo para llevarnos al cielo.
1Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre él. Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas y la mías me conocen. ¡Aleluya!
El Evangelio: Juan 10:11-18 Jesucristo nos declara que él es nuestro Buen Pastor. En contraste con el asalariado, el cual huye y abandona sus ovejas cuando es enfrentado con peligro, Jesús nuestro Buen Pastor da su vida por sus ovejas.
11Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
OVEJAS DE DIOS CONFESAMOS QUE JESÚS ES NUESTRO BUEN PASTOR
Como cristianos necesitamos tener claridad acerca de lo que es la Biblia y como es útil para los creyentes de todos los tiempos. Uno de los atributos únicos que tiene la Escritura lo podemos leer en el evangelio de Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad. La hermenéutica de este versículo nos lleva al día de Pentecostés donde los apóstoles de Jesús iban a estar listos para predicar y presentar defensa a la Palabra de Dios, prueba de esto lo vemos en la primera lectura de hoy tomada de Hechos de los Apóstoles cuando prohibieron a Pedro y Juan hablar de Jesús, pero ellos no obedecieron a los líderes religiosos sino a Dios predicando sin temor a Jesús como el Redentor del mundo. El Espíritu Santo que es verdad guió a los apóstoles a esta verdad y hoy nos guía a nosotros a una verdad que fueron guiados dos personajes bíblicos que existieron, David y un hombre ciego de nacimiento, ambos vivieron el amor de Dios siendo su Pastor tal como lo dice el profeta Isaías 40:11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos y nosotros necesitamos aprender de estos hombres porque también el Espíritu de Verdad nos lleva a confesar que Jesús es nuestro Buen Pastor.
Los filisteos fue un pueblo enemigo de Dios y de Israel, en 1 Samuel 17 encontramos la historia de un hombre que medía tres metros y era la fortaleza de este pueblo pagano, Goliat, estaba acostumbrado a ver a todas las personas pequeñas y creía que su poder era superior aún sobre Dios: Y maldijo a David por sus dioses. 44Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 1 Samuel 17:43-44. El diablo es nuestro enemigo y él muestra su poder hacia nosotros usando nuestro viejo hombre llevándonos al pecado, sus ángeles malvados salen de la primera línea de su ejército para hacernos dudar del amor de nuestro Dios y confiar en nuestra carne pecaminosa, el rey Saúl y su pueblo tuvieron miedo de este hombre y se sintieron derrotados, nos dice el verso 11 de 1 Samuel Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo. Nosotros muchas veces nos sentimos vencidos por nuestro pecado, la mentira ha cerrado todas las puertas de las personas que nos pueden ayudar en algún momento pero ahora no quieren escuchar nada de nosotros, la infidelidad conyugal a hecho que crezca una mala fama en nosotros porque nos creemos gigolos de moda y al final nadie quiere tener una relación sentimental con nosotros, al ser impulsivos nos lleva a estar en contra de aquellos que tienen autoridad sobre nosotros y por no someternos a nuestros padre, jefes o al gobierno terminamos solos, en la cárcel o muertos como causa de nuestro pecado, pero también tenemos el problema de no ser felices con lo que tenemos y la envidia y la avaricia empieza hacer parte de nuestra vida y cada vez robamos las cosas materiales de los demás y hasta las posesiones de los otros. Pero todo este listado sucede como consecuencia de nuestro pecado en contra del primer mandamiento, Saúl e Israel creyeron que Goliat era más poderoso que Dios y nosotros creemos que nuestro pecado nadie lo puede destruir o controlar, incluyendo al Creador, por esto merecemos la muerte eterna por dejar que nuestra carne pecaminosa vaya en contra de Dios y el prójimo.
David conocía del amor de Dios y confiaba en su amor de un pastor que lo cuidaba y protegía, él recordó lo que implicaba ser pastor y la pelea con bestias acostumbradas a matar y comer ovejas y hasta pastores, pero David que conoció este Buen Pastor y luego escribió las palabras del Salmo 23 demostrando que Jehová es su pastor dijo: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. 1 Samuel 17:37. Por la historia bíblica, que es verdad sabemos cómo murió Goliat: 48Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo. 49Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. 50Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano. 51Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron.
El domingo de pascua como un himno usando a los Corintios dijimos, ¿Oh muerte, dónde está tu victoria, dónde está tu aguijón? Fue vencida la muerte, fue vencido nuestro pecado, así como fue vencido Goliat, el diablo y nuestro pecado fue vencido por nuestro Buen Pastor quien nos dice hoy: 11Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Jesús dio su vida por nosotros, él cargó con todos nuestros pecados, en la cruz recibió el castigo que nosotros merecemos y sufrió el abandono de Dios por amor a nosotros. Pero Jesús es Dios y por esto ganó el amor del Padre al Redimirnos 17Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Jesús como Buen Pastor voluntariamente dio su vida por nosotros, por todo el mundo y así nos hizo a nosotros parte de su rebaño y hoy damos gracias a Dios porque somos sus ovejas y escuchamos su voz, esta voz que nos dice que somos perdonados en su vida perfecta. Por esto nos falta hablar del otro personaje que es el hombre ciego de nacimiento, el cual nos habla Juan 9. Este al ser curado por Jesús y tener de nuevo su visión confesó que Jesús es el Profeta, lo confesó como su Buen Pastor y no tuvo miedo que lo expulsaran del templo. Nuestro Buen Pastor al curar a este hombre demostró amor perfecto por esta oveja ciega física y espiritualmente, le curó física y espiritualmente y esta obra de Jesús fue para vencer al diablo y las consecuencias del pecado y darnos a nosotros la verdadera Luz, confesar que Jesús es nuestro Buen Pastor porque en su vida sin pecado encontramos Redención.
¿Qué vamos hacer con este mensaje que hemos escuchado en este día? Las palabras de nuestro Buen Pastor no pueden quedarse en el aire o por allá escritas en unos versículos, necesitamos dejar que sea el Espíritu de Verdad quien transforme estas palabras en acciones que adoran a nuestro Dios constantemente. David y el hombre que era ciego escucharon la Palabra de Dios y tuvieron confianza en su Palabra, aunque los hombres le rechazaron, nosotros también por la obra del Espíritu Santo tenemos esta misma confianza y escuchamos la voz de nuestro Buen Pastor y nos dejamos guiar por esta para hablar a otros de Jesús, por esto Jesús hoy nos dice: 16También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. La manera de traer a los otros es por medio de la predicación del Evangelio y los sacramentos, en especial el Santo Bautismo, que por medio del agua y las palabras nos perdona nuestro pecado original, todos nuestros pecados y nos da la fe en Cristo Jesús, es por esto que bautizamos a los niños para que tengan fe y puedan confesar sin voz quién es Jesús para ellos porque el bautismo les da vida espiritual. Pero también nosotros mostramos que escuchamos la voz de nuestro Buen Pastor Jesús cuando nos alejamos de los pastores asalariados que solo predican sobre las obras y como ganar el favor de Dios, estos pastores no hablan de Jesús, hablan de ellos y cómo podemos ser super cristianos, como podemos vencer la carne por nosotros mismos y cuando el pecado nos destruye nos abandonan porque somos menores que estos falsos pastores. Pero nuestro Buen Pastor aún en medio de nuestro pecado, nuestras tribulaciones y condiciones difíciles que podamos vivir en este mundo, no nos abandona, nos lleva por sus pastos verdes, nos da aguas de reposo recordándonos que pertenecemos a Él y que su amor hacia nosotros es perfecto, porque no le rechazamos puesto que solo creemos que es nuestro Buen Pastor que aún en este tiempo nos protege de los ataques del diablo y sus ángeles malvados. Nos cuida de la falsa doctrina, nos recuerda con su evangelio como es dueño de nuestra carne y nos recuerda que estaremos con Él por toda la eternidad alabando su nombre perfectamente y por esto hoy guiados por nuestro Buen Pastor solo vivimos para glorificar su nombre en nuestras vidas. Amén.
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
26 El buen Jesús es mi pastor
27 (Cristo es mi alegría!
28 El profundo amor de Cristo
30 Jesús es la roca
31 Manos cariñosas
33 Soy el camino
34 Salvador, Jesús amado
49 Con el buen Jesús andemos
81 Con Dios no temeremos
83 Con qué paternal cariño
84 Cristo, buen pastor, orienta
87 Oh, Dios eterno
Culto Cristiano:
159 Cristo Salvador, sé mi guiador
165 Hay una fuente
167 Nada puede faltarme
202 Oí la voz del Salvador
235 Como ovejas celebramos
239 El rey de amor es mi pastor
240 En Jesucristo
242 Jesús es mi pastor
244 Jesús, te necesito
245 Lejos de mi Padre Dios
246 Mi fe descansa en ti
250 (Oh Jesús, pastor divino!
251 (Oh, que amigo nos es Cristo!
405 Jesús es mi rey soberano
Comentarios recientes