El sexto domingo de cuaresma

(El domingo de ramos)

(Púrpura)

Tema del día: En la Semana Santa vemos a Cristo en los últimos pasos de su jornada hacia la cruz.  Nos acordamos de su humillación ante los tribunales humanos, de los azotes que aguantó sin hablar, y de su sangre inocente que derramó por nuestros pecados.  Pero en este primer día de la Semana Santa miremos a este hombre humilde por los ojos de la fe.  Es nuestro Señor y Rey.  Qué siempre cantemos con corazones agradecidos: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

La Colecta: Todopoderoso y eterno Dios, que enviaste a tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo, a tomar sobre sí nuestra carne y a sufrir muerte en la cruz, mostrando al género humano el ejemplo de gran humildad: Concédenos por tu misericordia que imitemos el ejemplo de su paciencia y también seamos partícipes de su resurrección; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La Primera Lectura: Zacarías 9:9,10  El profeta Zacarías predice que el Rey de Sión, o sea, el Mesías iba a entrar en su ciudad humildemente, pero también «justo y victorioso.»  Cristo se distingue de cualquier otro rey porque él trae la verdadera paz entre Dios y los hombres.

9Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. 10Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.

El Salmo del Día: Salmo 24

Salmo de David.

1 De Jehová es la tierra y su plenitud;

El mundo, y los que en él habitan.

2 Porque él la fundó sobre los mares,

Y la afirmó sobre los ríos.

3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?

¿Y quién estará en su lugar santo?

4 El limpio de manos y puro de corazón;

El que no ha elevado su alma a cosas vanas,

Ni jurado con engaño.

5 El recibirá bendición de Jehová,

Y justicia del Dios de salvación.

6 Tal es la generación de los que le buscan,

De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.

Selah

7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

8 ¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová el fuerte y valiente,

Jehová el poderoso en batalla.

9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

10 ¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová de los ejércitos,

El es el Rey de la gloria.

Selah

La Segunda Lectura: Filipenses 2:5-11 Al animarnos a imitar a Cristo con nuestras vidas, Pablo describe como Cristo se humilló a sí mismo para morir en una cruz y como también fue exaltado hasta lo sumo, donde recibe toda honra y gloria.  Esta lectura describe la humillación y exaltación de Jesucristo.  Vemos que Cristo es verdadero hombre y verdadero Dios, nuestro Salvador.  Por lo tanto, a él sea toda honra y alabanza.

5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

El Versículo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.

El Evangelio: Mateo 21:1-11 Jesucristo entró en Jerusalén humildemente como predijo el profeta, pero este hombre humilde traía la victoria sobre la muerte y la paz para con Dios. ¡Hosanna en las alturas!

1Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, 2diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. 3Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. 4Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:

   5 Decid a la hija de Sion:

He aquí, tu Rey viene a ti,

Manso, y sentado sobre una asna,

Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

6Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 7y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 8Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 9Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 10Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.

HERMANOS SEAMOS VERDADEROS ADORADORES

Siempre empezamos a celebrar la semana Santa con lo que sucedió el domingo que llamamos de ramos o la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén. ¿Por qué no empezamos con otra historia bíblica para iniciar la semana santa? En esta pregunta encontramos la razón de pertenecer a una iglesia histórica, litúrgica y confesional. Histórica porque nuestra iglesia tiene raíces sólidas en la historia del cristianismo porque el luteranismo en la época de la reforma volvió a sacar la Biblia de la oscuridad en la que estaba y la Escritura volvió a ser el eje central para adorar a Dios y sobre todo cuando vamos a celebrar ciertas fiestas importantes como la semana santa, y nos identificamos históricamente desde el tiempo de los apóstoles que se ha celebrado la muerte y resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Litúrgica porque le da un orden al alimento de nuestra fe, por esto tenemos lo que llamamos un calendario eclesiástico que tiene en cuenta los 365 días del año pero dividido en estaciones importantes para meditar sobre la obra y vida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Somos confesionales porque cada vez que tenemos oportunidad de adorar a nuestro Dios, las confesiones de fe nos ayudan a estar centrados en la obra del Dios Trino para nuestra Salvación y en estos días de Semana Santa estaremos centrados en el segundo artículo del credo, que nos enseña que Jesús es nuestro Señor.

Hoy tenemos muchos motivos por los cuales usar el evangelio de Mateo en este día que iniciamos la semana santa porque este evangelista nos enseña de historia, es litúrgico y confesional. Es histórico porque nos cuenta lo que sucedió el día que entró Jesús a Jerusalén montado sobre un asno para terminar su plan de salvación, es litúrgico porque en esa semana se celebraba la pascua y Dios había escogido esta fecha para cambiar el rumbo de la historia de cada uno de nosotros y es confesional porque aprendemos como adorar a nuestro Dios con el segundo artículo del credo apostólico cuando hablamos de nuestra redención, porque esta entrada triunfal a Jerusalén tiene que ver únicamente con nuestra salvación. Mateo nos cuenta : 9Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 10Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. Esta adoración a Jesús no es idolatría porque el Espíritu Santo los llevo a todos los que estaban en Jerusalén en ese momento para que pusieran sus mantos en el camino y batieran sus palmas demostrando que Jesús es el Mesías, el rey que traía la verdadera paz no solamente a Israel sino a toda la humanidad, por lo tanto todo esto sucedió como  el cumplimiento de la profecía de Zacarías 9:9 que predijo la entrada del Cristo: he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Pero este acto de adoración valedero nos hace preguntar en este momento como adoramos a nuestro Dios en este momento en nuestro servicio de adoración teniendo en cuenta lo que Mateo nos comunica y hacemos esta pregunta ¿es necesario tener palmas o poner mantos en el suelo para adorar a Dios? por esto es que existe el sincretismo que es la manera de combinar la adoración a Dios usando elementos culturales, por ejemplo en Haití creen que adoran a Dios por medio del vudú o la santería, ellos creen que la combinación del misticismo cristiano, ritos africanos y creencias caribeñas es la manera de adorar a Dios o en Guatemala que existe un templo católico romano llamado Santo Tomás de Chichicastenango y dentro o fuera de este templo permiten la antigua religión maya y aquí en Colombia y otros países latinos siempre se hacen imágenes de yeso para poder adorar o batir las palmas o cargarlos en procesiones como lo hace la iglesia de Roma y como lo hicimos en algún momento cada uno de nosotros. Pero estos ejemplos que acabamos de leer es idolatría grosera porque se le está dando la gloria a ídolos creados por el hombre para adorar a Dios, pero nosotros, hoy, ¿qué tenemos en nuestro corazón? ¿Adoramos a Dios y al diablo a la vez? o ¿aprendimos adorar a Dios y confiar en que nuestro pecado no sea descubierto? o hoy somos ¿luteranos confesionales y al rato nos identificamos con otra manera de leer y entender la biblia? A nuestra carne pecaminosa le gusta combinar el pecado con la adoración a Dios y es por lo que merecemos ser echados en el infierno eterno por nuestro sincretismo secreto que es idolatría y pecado contra el primer mandamiento.

Pero hoy que estamos adorando a Dios por medio de su Palabra, nos enseña también por medio del Espíritu Santo cómo son todos los días de nuestra vida, adoradores de tiempo completo, si estudiamos el capitulo 12 de la carta a los romanos nos damos cuenta de que Dios quiere que le adoremos con nuestra vida y le adoremos perteneciendo al cuerpo de Cristo. Pero para poder adorarle necesitamos del único rey verdadero, Jesús, que es Dios y esto lo demostró al decirle a dos de sus apóstoles que fueran a buscar un asno que nadie había montado como representación que un ser santo lo iba a montar, porque la esencia de Jesús es ser justo, humilde y perfecto. Justo porque en Él encontramos la justicia de Dios, el sincretismo secreto o público que podamos tener en nuestro corazón y en nuestra vida esta perdonado en la vida justa de Jesús, quien por amor a nosotros adoró al mismo Dios y esto lo hizo al cumplir la profecía de Zacarías, Jesús demostró con esto que Dios es fiel en sus promesas y Él lo complació en todo y por esto Jesús es justicia nuestra puesto que el Padre en los cielos en este momento nos ve a través de nuestro mediador, Jesús. Pero también la manera de vencer al diablo y el pecado lo hizo de manera humilde porque no entró a Jerusalén con un caballo de paso fino o con un ejército de hombres armados para vencer el imperio romano, sino que entró en un asno para mostrar que es un tipo de rey diferente, un rey que estaba en Jerusalén para morir humildemente en la cruz y ser tratado como el peor criminal que jamás allá existido y las personas que estaban allí en este momento adorándole días después por la presión política y religiosa estaban gritando que fuera crucificado y por esto Pablo nos habla de su humillación en la carta a los Filipenses y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Esta humillación en la cruz fue la  adoración perfectamente de Jesús al Padre al dar su vida por nosotros y recibió el castigo que nosotros merecemos para ser librados del castigo eterno por nuestro pecado de la idolatría y es por Jesús que nosotros podemos adorar al verdadero Dios Trino.

En romanos 12:1 leemos Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Esta adoración de nuestro cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios es continuo porque nosotros por la obra del Espíritu Santo vivimos como hijos de Dios, el Espíritu Santo hizo que no sirvamos más al diablo ni al pecado, nuestra vida esta influenciada en adorar a Dios con nuestros pensamientos, palabras y acciones. Por esto es el momento que entendemos el adorar a Dios en nuestras vidas y unidos al cuerpo de Cristo que es la iglesia, San Pablo nos dice esta manera de adorar juntos en todo momento y dentro del cuerpo de Cristo de esta manera 9El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. 10 Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. 11 Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. 12 Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. 13 Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. 14 Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. 15 Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. 16 Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben. 17 No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. 18 Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. Romanos 12:9-18. ¡Esta es la manera que el Espíritu Santo hace que adoremos a nuestro Dios personalmente y cuando estamos con el cuerpo de Cristo!

Pero también el Espíritu Santo quiere que nos reunamos a adorar  a Dios  con el cuerpo de Cristo y esto lo hacemos uniéndonos en compañerismo con aquellos cristianos o iglesias que tienen la misma doctrina bíblica y la interpretan de manera confesional como lo hacemos nosotros, no podemos practicar el unionismo que consiste en unirse a adorar a Dios con otros cristianos o iglesias que no tienen la misma convicción en las doctrinas bíblicas porque no aceptan por ejemplo el bautismo de infantes o la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en la santa cena y con estos dos ejemplos nos preguntamos ¿por qué en los sacramentos ellos muestran tantas dudas en la divinidad de Jesús y en el poder del pecado? La respuesta es clara en la doctrina bíblica y por esto no tenemos compañerismo con ellos por amor a la Palabra de Dios. También la oración es un acto de adoración y por esto la practicamos con aquellos que confiesan y cuidan el nombre de Dios y vamos a saber usarlo como el quiere que lo hagamos para adorarlo, bendecirlo y darle gracias por que su voluntad se está haciendo en la tierra como en el cielo. Por esto mis hermanos bienvenidos a la semana de adoración a nuestro Dios para seguir meditando en su obra de Redención por cada uno de nosotros. Amén

Los Himnos:

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

17        De tal manera Dios amó

18        Te saludo, Cristo santo

27        Cristo es mi alegría

28        El profundo amor de Cristo

29        Fruto del amor divino

63-79   Himnos de Alabanza

107      El Señor es mi luz

108      Esta es la fiesta

Culto Cristiano:

2          Alzaos ¡oh puertas!

6          ¡Hosanna al buen Señor Jesús!

46        Al contemplar la excelsa cruz

47        Cristo vida del viviente

55        Jerusalén despierta

56        Cabalga majestuoso

57        Gloria sea a Cristo

78        De mil arpas y mil voces

80        Ved al Cristo, rey de gloria

82        A Cristo proclamad

404      ¡Hosanna al Hijo de David!

405      Jesús es mi Rey soberano

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