La nochebuena

(Blanco)

Tema del día: El tema para la nochebuena es el mensaje que los ángeles anunciaron a los pastores, No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de Belén, un Salvador, que es Cristo el Señor.

La Colecta: Oh Dios, que has hecho que esta santísima noche brille con el resplandor de la verdadera luz: Concede, te suplicamos, que tal como hemos conocido en la tierra los misterios de esa luz, así tengamos en el cielo la plenitud de sus goces: por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La Primera Lectura: Isaías 9:2-7 Más que setecientos años antes del nacimiento de Cristo, Dios prometió enviar una luz que iba a resplandecer en la oscuridad, un niño quien es el Salvador del mundo y el Dios todopoderoso.

2El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. 3Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. 4Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. 5Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego. 6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

El Salmo del Día: Salmo 96

1Cantad a Jehová cántico nuevo;

Cantad a Jehová, toda la tierra.

2Cantad a Jehová, bendecid su nombre;

Anunciad de día en día su salvación.

3Proclamad entre las naciones su gloria,

En todos los pueblos sus maravillas.

4Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;

Temible sobre todos los dioses.

5Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;

Pero Jehová hizo los cielos.

6Alabanza y magnificencia delante de él;

Poder y gloria en su santuario.

7Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,

Dad a Jehová la gloria y el poder.

8Dad a Jehová la honra debida a su nombre;

Traed ofrendas, y venid a sus atrios.

9Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;

Temed delante de él, toda la tierra.

10Decid entre las naciones: Jehová reina. También afirmó el mundo,

no será conmovido; Juzgará a los pueblos en justicia.

11Alégrense los cielos, y gócese la tierra;

Brame el mar y su plenitud.

12Regocíjese el campo, y todo lo que en él está;

Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento,

13Delante de Jehová que vino;

Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con su verdad.

La Segunda Lectura: Tito 2:11-14 Este niño nacido en Belén es la manifestación de la gracia de Dios, o sea, su amor inmerecido por nosotros.  El hecho de que Cristo vino para redimirnos no solamente quita nuestros pecados, sino también nos da la fuerza y motivación para llevar vidas santas en su nombre.

11Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

El Versículo: ¡Aleluya! Aleluya! Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. ¡Aleluya!

El Evangelio: Lucas 2:1-20 Al nacer Jesucristo de la virgen María en el pueblito Belén, se cumplieron las profecías del Antiguo Testamento en cuanto al Salvador prometido.  El rey de los siglos fue adorado primeramente por unos pobres pastores, los cuales escucharon a los ángeles y fueron inmediatamente a ver y adorar al Salvador recién nacido.

1Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 3E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 4Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 5para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 6Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Los ángeles y los pastores

8Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:

            14         ¡Gloria a Dios en las alturas,

Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

 15Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

LA FIDELIDAD  Y LA GLORIA DE DIOS ES EL CENTRO DE LA NAVIDAD

Todo el mundo anda loco por estos días, muchos quieren entender y saber la fecha real del nacimiento de Jesús y muchos creen que celebran de manera indicada la navidad porque creen que han encontrado la única manera de hacerlo, otros creen que no vale la pena celebrar estas fechas porque no creen en Jesús como el Mesías pero creen que tienen la razón al defender su ateismo y otros andan como locos buscando dinero o gastandolo para poder estar felices en estas fiestas. Pero una de las cosas que el cristianismo en todas sus expresiones deberia cuestionarse por estos días de celebración es la manera de como celebran la navidad, porque el paganismo no esta lejos de nosotros, no está en una institución o una identidad espiritual determinada, el paganismo o la idolatría esta en cada uno de nosotros, porque estos días mostramos que nuestra felicidad solo depende de las cosas materiales que podamos tener y dar. El profeta Isaías marca bien nuestro estado espiritual al decir 2El pueblo que andaba en tinieblas; los que moraban en tierra de sombra de muerte, Isaías 9:2. No tuvo miedo el profeta en señalar que las tinieblas y la tierra de sombra de muerte está en nuestro corazón invadido por nuestro pecado que es tan evidente en cada uno de nosotros. Lamentablemente por estos días de final de año embarga la tristeza, la desesperanza y la depresión en la vida de nosotros, esto sucede porque amamos este mundo, creemos que la verdadera navidad necesita estar llena de dinero y muchas celebraciones, pero en realidad si pensamos porque estar centrados en estos días con esta fecha, debería haber un sentimiento de agradecimiento hacia Dios, pero no lo hacemos porque estamos muy ocupados complaciendo nuestra carne y corazón pecaminoso.

La tradición  y lo institucional ha ido debilitando lo que realmente importa en estos días de navidad, muchos creen que lo tradicional es lo importante de estos días, hacer novenas a un pesebre, comprar la ropa de moda o hacer el viaje de final de año o dar regalos a los niños es lo más importante, pero en realidad dejemos que sea el Espíritu Santo quien muestre en nosotros lo que es realmente importante, muchas veces abrimos nuestra boca para mostrar que tenemos un conocimiento en versículos bíblicos hablando de Juan 3:16, y espero que usted como cristiano no este pensando que dice este versículo en la Palabra porque lo necesitamos no solamente saber, sino entender su significado porque estas palabras muestran el sentido de la Navidad. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Lucas nos registra esta historia de como Dios amó y envió a su Hijo unigénito a este mundo, el censo que promulgó Augusto Cesar para saber cuantas personas habian en ese momento en su territorio para poder cobrar los impuestos, tenía un propósito único de parte de Dios, el cumplimiento de la profecía de Miqueas 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel. José y María que vivián en Nazaret de Galilea, y en ese momento la virgen estaba en cinta necesitaban ir a Belén de Judea para que allí pudiera cumplirse la profecía de Miqueas y para que naciera el Hijo unigénito de Dios. Esto es lo importante para nosotros celebrar en estos días, la Fidelidad de Dios, esto es un gran regalo para nuestra vida en este mundo, nosotros llenos de tradiciones paganas y festividades sin sentido, necesitamos recordar hoy la Fidelidad de Dios al cumplir su Palabra por amor a cada uno de nosotros, porque esta Fidelidad es perdón de nuestro pecado, esta misma muestra lo importante que somos para Dios porque Isaías nos dice que este Hijo Unigénito esta lleno de perfección: 6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Isaías 9:6.

José, María y los pastores que estaban en su trabajo cuidando sus rebaños fueron los primeros testigos de la Fidelidad de Dios, Lucas nos dice que un ángel se encargó de dar la noticia a estos pastores: 10No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Lucas 2:11. Hoy muchos no quieren celebrar la Navidad porque están llenos de tristezas, porque no tienen en su casa como hacer una fiesta llena de lujos, comida y licor, otros solo creen que la navidad es buena porque es la oportunidad de mostrar a la familia que se tiene mucho dinero para poder mostrar lo exitosos que podemos ser, pero todo esto solo muestra nuestro corazón en tinieblas y en valle de muerte, solo hoy podemos ver nuestro pecado contra el primer mandamiento y reconocer la muerte eterna que merecemos por amar este mundo, estos días son pruebas del amor que tenemos a las cosas materiales y el amor a este mundo. Pero el Espíritu Santo nos muestra como vino el Mesías a este mundo, ¿su nacimiento fue en un palacio? ¿nació en manos de la mejor partera de Belén? No, vemos su estado de humillación y sustitución por nosotros, vino a este mundo para destruir las obras del diablo, las tinieblas espirituales y el amor que tenemos a este mundo porque Lucas nos muestra la humildad perfecta de Jesús, en estos días que no mostramos nosotros humildad, Jesús vino siendo humilde perfectamente por nosotros: 12Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Lucas 2:12. Estos pastores creyentes creyeron la Palabra de este ángel, que es la Palabra de Dios y se gozaron del verdadero regalo no solo de la Navidad, sino el regalo verdadero de Dios a este mundo y el verdadero regalo a cada uno de nosotros: 14¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!.

No solo hoy somos testigos de la Fidelidad de Dios, sino también de su Gloria, Jesús trajó a este mundo la verdadera Paz, ya en nuestro corazón no hay tinieblas, ni tampoco hay sombra de muerte, en nuestro corazón hay fe, este es el poderoso mensaje de la Navidad, confesamos que el amor verdadero lo conocemos porque Dios envió a este mundo a su Hijo unigénito para darnos la Paz y para poder tener la seguridad y confianza en este regalo nos dio la fe. María guardó todo esto en su corazón,  Lucas hace referencia de esto porque la Fe está en nuestro corazón y hoy esta fe, nos tiene celebrando el nacimiento de Jesús y su muerte, Simeón al conocer a su Señor y Salvador dijo a María: 35(y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. Lucas 2:35. Esta haciendo referencia al dolor que ella iba a tener en su corazón al ver morir a su hijo en la cruz, porque ella estaba viviendo este dolor debajo de la cruz y escuchó a su hijo decir: 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. 28Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado. Juan 19:26-28. Tiene mucho significado para cada uno de nosotros estas palabras de todo esta consumando porque muestra que el propósito de ganar la Paz para nosotros fue cumplido, la Fidelidad y la Gloria  de Dios la estamos celebrando en esta Navidad porque por la muerte de Jesús cada uno de nosotros fuimos librados de la muerte eterna, este es el verdadero regalo de la Navidad.

Ahora mis hermanos, ¿Cuál es el propósito de celebrar la Navidad? San Pablo escribió a Tito: 12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, Tito 2:11. Estos días son apropiados para que el Espíritu Santo nos haga dejar las cosas materiales a un lado porque realmente estas son las que nos quitan la tranquilidad y nos traen las emociones negativas de estos días y centrémonos en lo espiritual, en la grandeza de Dios con su regalo único de la Navidad, Jesús, el Mesías quien vino a este mundo para mostrar el amor de Dios por cada uno de nosotros, este no es un amor efímero, es un amor eterno y único que nos tiene aquí reunidos, este amor hace que podamos compartir con nuestra familia el regalo más grande que es el Evangelio Eterno que nos reúne aquí con frecuencia, este que nos alimenta con la santa cena y nos lleva cada día a adorar a nuestro Dios con la Palabra que nos guía y fortalece. Hoy la felicidad no depende de cuanto dinero podemos tener o que tanta fiesta podemos celebrar, la felicidad espiritual llena todo y nos quita toda ansiedad porque  nos une con otros cristianos que en un día como hoy estamos reunidos alrededor de las Escrituras disfrutando este regalo del amor de Dios por el cual nos hizo creyentes en la obra de Cristo hecha para el bien de toda la humanidad. En esta Navidad demos gracias a nuestro Dios porque nos ha dado lo que más necesitamos en este mundo para que sigamos estando de pie en este mundo lleno de pecado, tinieblas y muerte y podamos decir a otros, ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Nacimiento de Cristo! ¡Feliz nacimiento de la Fe! Amén

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Los Himnos:

Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

1          A ti loor y gloria

4-16     Los himnos para la Navidad

63        A Dios demos gloria

75        Jubilosos, te adoramos

77        Oh Jesús, niñito hermoso

Culto Cristiano:

8-26     Los himnos para la Navidad

349-358 Los himnos para la Navidad (para niños)

6          (Hosanna al buen Señor Jesús!

35        (Gloria a Dios en las alturas!

36        Lindos ángeles cantores

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