El segundo domingo después de epifanía

(Verde)

Tema del día: Dios se revela a sí mismo, llamándonos a servicio.

 La Colecta: Todopoderoso y eterno Dios, que gobiernas todas las cosas en el cielo y en la tierra: Oye misericordiosamente las súplicas de tu pueblo y concédenos tu paz todos los días de nuestra vida; por Jesucristo, tu Hijos, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La Primera Lectura: 1 Samuel 3:1-10 En un momento clave de la historia de Israel, Dios se revela por la primera vez al profeta Samuel.  Qué siempre sigamos el ejemplo de Samuel diciendo a Dios, “Habla, porque tu siervo oye.”

 1El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

2Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, 3Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, 4Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. 5Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó. 6Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate. 7Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. 8Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. 9Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.

10Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

 El Salmo del Día: Salmo 67

Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.

1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga;

Haga resplandecer su rostro sobre nosotros;

Selah

2 Para que sea conocido en la tierra tu camino,

En todas las naciones tu salvación.

3 Te alaben los pueblos, oh Dios;

Todos los pueblos te alaben.

4 Alégrense y gócense las naciones,

Porque juzgarás los pueblos con equidad,

Y pastorearás las naciones en la tierra.

Selah

5 Te alaben los pueblos, oh Dios;

Todos los pueblos te alaben.

6 La tierra dará su fruto;

Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

7 Bendíganos Dios,

Y témanlo todos los términos de la tierra.

La Segunda Lectura: 1 Corintios 6:12-20 San Pablo nos advierte que no usemos nuestra libertad cristiana para caer en inmoralidad sexual, sino que siempre usemos nuestro cuerpo para la gloria de Dios, recordando que es el templo del Espíritu Santo.

 12Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

 El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! El me dijo: Tú eres mi siervo, Israel, en quien mostraré mi gloria. ¡Aleluya!

El Evangelio: Juan 1:43-51 Jesús llama a unos de sus primeros discípulos, Felipe y Natanael, mostrando su sabiduría divina y prometiendo que ellos verán cosas más increíbles que esas.  Estos discípulos responden al seguir a Cristo y compartir las buenas nuevas del evangelio con otros.

 43El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. 44Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. 45Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. 47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. 48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. 50Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. 51Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

JESÚS SE HA MANIFESTADO POR MEDIO DE SU PALABRA

 Estamos en un mundo muy globalizado donde la información traspasa el planeta en cuestión de segundos, recuerdo cuando era niño que existían los carteros y cada día se podía ver estos hombres llevando las cartas o los telegramas y lo más interesante de esto era que tardaba hasta un mes para llegar una carta o telegrama a su destino final. Pero hoy el internet y las aplicaciones hacen su trabajo de comunicarnos con todo el mundo y en el idioma que deseemos porque las mismas aplicaciones traen la opción de la traducción. Lo más triste de esta globalización es lo que sucede con la Palabra de Dios, cada día escuchamos en las noticias lo valorizado que está el precio del oro, el dólar, el euro, el petróleo, pero en cuanto a la Palabra de Dios podemos ver como está escaseando en el mundo entero. Pero no necesitamos ir al mundo para ver como esta de desvalorizada la Palabra de Dios, miremos nuestra casa, veamos nuestra vida y como cristianos que somos reconocemos que somos los culpables que esta Palabra escasee porque no la leemos, no la predicamos, no la meditamos. No dar valor a la Palabra de Dios lo reflejamos en nuestras vidas con nuestros pecados, la falta de la Escritura se refleja en los hogares cristianos destruidos, en los conflictos que vivimos a diario, en las divisiones de las diferentes congregaciones que existen en el mundo y como estas divisiones suceden porque sus líderes caen en la vanidad y solo quieren ser el centro de su congregación, olvidando que el centro de la vida de cualquier cristiano es la Palabra de Dios. Pero cada uno de nosotros somos culpables de no dar valor a la Escritura porque nuestro viejo hombre siempre quiere mostrar que Dios está muy equivocado y su Palabra desactualizada y este pensamiento muestra nuestro pecado en contra del primer mandamiento porque creemos que Dios necesita más cosas para darse a conocer en este mundo y prueba de esto son los falsos testimonios que muchos inventan para querer mostrar la existencia de Dios, pero también cuando no apreciamos la Escritura o no le damos valor a la misma merecemos la muerte eterna y estar con el maligno por ir en contra del Tercer Mandamiento.

 Podemos notar que en el evangelio para este día se habla de Betsaida, allí vivían Andrés, Pedro y Felipe, uno de los personajes de la meditación de este día, pero es interesante como en casa de los apóstoles llamados por Jesús se predicó la Palabra de Dios, Jesús hizo milagros para manifestarse como el Salvador y ellos  rechazaron el mensaje de Salvación porque la misma Escritura nos dice: 13¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. 14Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. Lucas 10:13-14. ¿Dónde está tu iglesia en este momento? No olvidemos que donde este usted y yo está la iglesia del Señor, en nuestro dormitorio, en nuestra casa, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en cualquier lugar que estemos allí está la iglesia del Señor y para que esta iglesia sea eficaz se necesita que Dios se manifieste no solo en nuestras vidas sino en todo nuestro alrededor. Betsaida, Israel en los días del sacerdote Elí y Samuel, cada una de nuestras ciudades o lugares donde estamos tiene el mismo problema, escasea la Palabra de Dios, por esto se manifestó Jesús como el Salvador del mundo y este evangelio para el día de hoy vemos como Él cumplió el tercer mandamiento perfectamente por cada uno de nosotros, al manifestarse como el Cristo por medio de las Escrituras, ante la incredulidad de Natanael, es el mismo Bartolomé, cuando contestó a la noticia de su amigo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? el Espíritu Santo usó a Felipe para contestar: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. En esta respuesta vemos el poder de la Palabra de Dios, Moisés y los profetas hablaron del Mesías, y el Espíritu Santo se encargó de mostrarle a estos apóstoles que era Jesús de Nazaret, el mismo Señor cumplió aquí la Palabra de Dios, el mismo Jesús es la Palabra de Dios como lo afirmó el apóstol Juan: 1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.Juan 1:1-3 y esta evidencia la vemos en la creación de todas las cosas cuando Dios dijo, Jesús es la Palabra por la cual fue hecho todo, donde está Jesús abunda la Palabra de Dios y esta misma Palabra nos muestra el precio tan costoso que pagó Jesús para darnos la verdadera Paz con el Padre a causa de nuestro pecado, San Pedro nos dice: 18sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación 1 Pedro 1:18-19, la poderosa sangre de Jesús derramada en la cruz, su sufrimiento y muerte nos dio el perdón de todos nuestros pecados y con su vida perfecta nos compró para Dios y esto quiere decir que en nosotros abunda la Palabra de Dios en nuestras vidas.

 La vida de estos cinco hombres, Andrés, Pedro, Juan, Felipe y Natanael cambió en su totalidad y todo por el poder de la Palabra de Dios, Jesús al manifestarse a ellos como el Salvador del mundo les mostró no solo su naturaleza humana, al leer que es hijo de José de Nazaret, sino que también le dijo que era Dios, esto se lo demostró con su atributo de Omniciencia y Omnipresencia cuando le dijo a Natanael: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Y esto tuvo mucho impacto en la vida de Natanael, para cada uno de nosotros también la Palabra de Dios tiene mucho impacto porque primero que todo nos trajo a la fe en la obra de Cristo Jesús y hoy tenemos nueva vida en Cristo. Natanael como los demás apóstoles iban y fueron testigos de estas palabras de Jesús: Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. Sin duda estaba haciendo alusión al sueño de Jacob cuando éste estaba en Betel después de haber huido de la ira de Esaú (Génesis28:12). Jesús les ofreció el cielo abierto como lo mejor que les podría dar a Natanael y a los otros. Sí, él era “el Hijo de Dios”. Él era “el Rey de Israel”. Y como tal, él era el único camino para llegar al cielo. En su sueño, Jacob había visto que los ángeles de Dios subían y bajaban por una escalera que llegaba desde la tierra hasta el cielo. En otras palabras, Jesús les estaba diciendo: “Yo soy la escalera que une el cielo y la tierra”.

 Ahora ¿qué vamos a hacer con esta Palabra tan evidente en nuestras vidas que nos hizo hijos de Dios? Como ya les dije, está Palabra nos hizo hijos de Dios cumpliéndose en cada uno de nosotros la enseñanza de Romanos 10:17, la fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios. Segundo reconocemos que la manifestación de Jesús en nuestras vidas nos convirtió en creyentes en su obra y esta fe que tenemos nos hace actuar, hace que cada uno de nosotros seamos diferentes en nuestros pensamientos, palabras y acciones movidos por los mandamientos como guía en nuestras vidas. El Espíritu Santo hace que vivamos para el Padre en agradecimiento por la obra en Jesús y vivimos siempre mostrando como la Escritura se manifiesta en nuestras vidas y así podemos enseñar a otros. La Palabra ha quitado el estrés de este mundo en nuestras vidas, ella misma nos ha enseñado a que confiemos que el Padre en los cielos nos sostiene en este mundo, Él es el proveedor perfecto que sabe darnos todo lo necesario que necesitamos para vivir, también nos ha quitado la desesperanza de la muerte eterna, hoy nosotros tenemos una vida después de la muerte en el cielo eterno al lado de nuestro Dios, además de esto hace que seamos ejemplos en nuestras familias, como esposos mostrando la fidelidad y el amor a nuestra pareja, siendo padres enseñando a nuestro hijos a cerca de Jesús y siendo hijos obedecemos a nuestros padres porque esta es la voluntad de Dios. Nuestra prioridad en este mundo la entendemos cuando aplicamos estas palabras de Jesús escritas por Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Cuando tenemos como prioridad la Palabra en nuestras vidas entendemos y confesamos que es lo más importante en nuestras vidas y esto se transforma en confianza al tener perdón de nuestros pecados y al saber que Dios nos provee todo lo que necesitamos en esta vida porque nuestra prioridad no es la añadidura sino el reino de Dios y viviendo de esta manera no solo mostramos que Jesús se ha manifestado en nuestras vidas sino que se manifiesta en la vida de los demás con el mismo poder de su Palabra, porque esta Palabra tiene abundancia eterna. Amén

 Los Himnos:

 Algunos himnos sugeridos:

Cantad al Señor:

48        Busca primero el Reino de Dios

51        Dios de gracia, Dios de gloria

54        Santo Espíritu llena mi vida

55        Serviremos al Señor

56        ¡Alzad la cruz!

59        Levántate, despierta

60        Señor despierta y llama

Culto Cristiano:

253      A los pies de Jesucristo

254      Firmes y adelante

255      Que mi vida entera esté

257      Mirad y ved a nuestro Dios

263      Escuchad, Jesús nos dice

264      Grato es contar la historia

403      Estad por Cristo firmes

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