El segundo domingo después de pentecostés
(Verde)
Tema del día: Las lecturas para esta mañana enfocan en la ley del día de reposo, es decir, del Sábado. Esta ley no fue dada para que el hombre ganara el cielo por obedecerla, sino para bendecir al hombre y señalar el descanso eterno que es nuestro en Dios el Salvador.
La Colecta: Oh Dios, cuya providencia infalible ordena todo cuanto hay en la tierra y en el cielo: Te suplicamos que nos apartes de todo peligro y nos concedas todo lo que nos beneficie; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Primera Lectura: Deuteronomio 5:12-15 El propósito del tercer mandamiento no es que el hombre sea flojo ni inactivo en el día de reposo, sino que dedique un día a Dios, contemplando sus obras poderosas y el descanso eterno que tenemos en él.
12Guardarás el día de reposo* para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. 13Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14mas el séptimo día es reposo* a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. 15Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.
El Salmo del Día: Salmo 126
Cántico gradual.
1 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.
2 Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.
4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,
Como los arroyos del Neguev.
5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
La Segunda Lectura: 2 Corintios 4:5-12 Aún más que los Israelitas, nosotros tenemos porque juntarnos cada semana para contemplar las grandes hazañas de Dios, porque tenemos el cumplimiento del día de reposo. Predicamos a Jesucristo como Señor. Este es el mensaje que también llevamos a los demás, porque es el mensaje poderoso que da vida a sus oidores.
5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.
El Versículo: ¡Aleluya! ¡Aleluya! Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. ¡Aleluya!
El Evangelio: Marcos 2:23-28 Los fariseos perdieron el gozo y la bendición que Dios les quería dar por medio del día de reposo, porque realmente no escucharon bien la misma palabra de Dios que buscaban guardar. El propósito del tercer mandamiento no es para enfocarnos en lo que hacemos nosotros, sino en lo que ha hecho Dios por nosotros.
23Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo,* sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. 24Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo* lo que no es lícito? 25Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; 26cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? 27También les dijo: El día de reposo* fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.* 28Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
LA BENDICIÓN DEL REPOSO VERDADERO
Somos esclavos del tiempo, es increíble los días que podemos pasar bien ocupados tratando de cumplir una agenda que nos hemos propuesto o alguien la ha hecho por nosotros para tener un control de cada día. El celular suena cada vez que necesitamos hacer algo y tenemos bien programadas nuestras actividades diarias, y vivimos tan esclavos del tiempo que no podemos enfermarnos, es imposible tomar un descanso y cuando menos pensamos la vida nuestra está llegando a su fin, ya no somos productivos para la empresa que trabajamos, hemos perdido el matrimonio y familia por la cual supuestamente trabajábamos, estamos viviendo un tiempo de soledad porque la esclavitud del tiempo nos llevó a olvidar que teniamos amigos y personas a nuestro alrededor. Pero hoy en día sabemos toda la esclavitud que ha traido el celular a nuestras manos y aunque nos sirva de herramienta de comunicación para el día a día y aunque tengamos aplicaciones que nos ayuden con el estudio de la Biblia nos interesa más ver las redes sociales que el alimento espiritual, y esto nos lleva a concluir que no hemos dedicado el tiempo para nuestro descanso espiritual. La velocidad del mundo y la esclavitud del tiempo nos está llevando a no alimentarnos de la Palabra que sale de la boca de Dios, hoy estamos muy cansados para meditar de la Palabra y estamos muy agobiados por los problemas del trabajo y la familia porque no tenemos tiempo para nuestro descanso espiritual. Esta situación nos está presentando un problema mucho más grave, un problema espiritual que no solamente por nuestros afanes pecaminosos nos ha llevado a no tener el descanso espiritual que necesitamos, sino que nos lleva al sufrimiento eterno que merecemos por ir en contra de la confianza en Dios y en contra de su Palabra.
Los fariseos habían convertido este día tan especial, el sábado, en un día muy cargado para el hombre, ellos se encargaron de poner reglas según su pensamiento para que el hombre no pecara en el día de reposo. No me alcanzo a imaginar todas las reglas que ellos crearon para no pecar en el día de reposo, un comentarista bíblico habla que ellos crearon 39 categorías de trabajo y estas las subdividieron en otras categorías y es por esto que hasta decían cuántos pasos podía caminar una persona y cuántas letras podía escribir en el día de reposo. Pero hoy no es la excepción en la vida espiritual porque nos encontramos con los adventistas que literalmente guardan el día de reposo, el sábado creyendo que están cumpliendo con la ley de Dios, en confesiones de fe he leido que se peca cuando no se asiste al servicio divino o al culto porque no se está guardando el día de reposo. En verdad a nosotros los seres humanos nos gusta hacer complicada la vida secular y espiritual, las reglas que existen en el mundo las traemos a nuestras vidas sin entender cuáles son las consecuencias terribles para nuestra vida espiritual porque no nos enfocamos en lo verdadero sino en lo sútil y vano, nuestras obras, nuestros sacrificios. Estamos concluyendo que hoy todavía existe la tradición farisea y cada uno de nosotros somos esos fariseos que implementamos normas en nuestras congregaciones, en nuestra vida espiritual sin pensar que nos dice Jesús. Es por esto que encontramos un común denominador en los problemas de los fariseos con nuestro Señor Jesús, el día de reposo. Podemos leer en la Escritura seis milagros que hizo Jesús en el día de reposo: Marcos nos habla de la liberación de un hombre que tenía un espíritu maligno en Capernaúm, también curó la suegra de Pedro y a muchos en un día de reposo, esto lo cuentan los evangelios sinópticos, Juan nos cuenta la sanación del paralítico en el estanque de Betesda, Marcos nos menciona de un hombre que tenía la mano seca, una mujer que vivía encorvada en su cuerpo nos dice Lucas y un ciego que habla el apóstol Juan que recibió la vista. Estamos viendo como Jesús al hacer estos milagros cumple las palabras del profeta Oseas 6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos. Esta es la verdad de la Palabra, Jesús amó perfectamente a cada pecador haciendo el bien que el Padre exige y así cada uno de nosotros somos perdonados por la misericordia en la vida de nuestro Señor.
Estos hombres fariseos y nosotros con nuestros afanes del mundo y la esclavitud del tiempo creemos que hacemos un sacrificio cada vez que dedicamos tiempo a la vida espiritual, pero eso solo muestra nuestra capacidad de pecar y muestra que no hemos entendido la enseñanza del tercer mandamiento. En la lectura de Deuteronomio para hoy, Moisés le recordó al pueblo de Israel la promesa que ellos habían hecho a Dios de guardar los mandamientos para ser su pueblo , pero encontramos que esta promesa fue incumplida por cada Israelita a causa de su pecado y nosotros cuando leemos la ley de Dios, sus mandamientos, también nos damos cuenta de nuestra imposibilidad de vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Él nos conoce muy bien y por esto dio el día de reposo para enfocarnos en dos cosas importantes, nuestro cuidado de la vida espiritual y en Cristo, por esto este mandamiento es una combinación de la ley moral, al mandar Dios que se guarde un día y la ley ceremonial, que nos muestra a Jesús quien mostró misericordia por todas estas personas que estaban agobiadas por sus enfermedades, limitaciones físicas y atacadas por el diablo, Jesús sanó a estas personas para mostrar que Él es Dios y por esto es el Señor del día de Reposo. Enseñó perfectamente a los fariseos y a nosotros hoy, que las necesidades de las personas son más importantes que los ritos religiosos o las leyes ceremoniales porque el día de reposo no estaba enfocado en el día como tal sino en Jesús, el verdadero reposo.
El ejemplo que Jesús enseñó a estos fariseos que estaban chismeando porque sus apóstoles estaban recogiendo espigas en el día de reposo, es una historia muy conocida por ellos de los días que David estaba huyendo del rey Saúl y tenía hambre, pero el sacerdote Abiatar le dio de los panes de la proposición a David que solo podían comer los Sumos sacerdotes, Dios no condenó a Abiatar por hacer esto, porque nuestro Señor sabía que estos ritos religiosos o ley ceremonial estaban por debajo de las necesidades de las personas. Por esto todos nosotros tenemos una necesidad y está la encontramos en el tercer mandamiento, guardar el día de reposo nos hace enfocar en Jesús, en su amor por nosotros nos dice hoy que dejemos la prisa de la vida, el afán de estos tiempos, que paremos cada día para que, con la Palabra de Dios, podamos escuchar estas palabras de ánimo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28.
En un día común y corriente nosotros nos encontramos con nuestros pecados de pensamientos, palabras y obras, en un día para nosotros la enfermedad nos hace pasar cosas dolorosas, encontramos como el mismo mundo se hace difícil para nosotros en el trabajo, la familia y nuestra relación con el prójimo, pero Jesús nos dice que traigamos a Él todas estas cosas porque Él las cargó en la cruz, el profeta Isaías nos dice esto: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Isaías 53:4. La justicia del castigo de Dios que merecemos nosotros por nuestro pecado, Jesús la recibió en su sacrificio y muerte, pero también estas consecuencias del pecado en el mundo como las enfermedades y dolores, Él también las cargó para que nosotros no estemos cargados en este mundo. Ahora mis hermanos, por la obra del Espíritu Santo es necesario que en amor y agradecimiento a Dios por la obra de Jesús nosotros activemos en el día una alarma que nos permita estar a solas con nuestro Dios Trino y su Palabra, es importante para nosotros como creyentes estar conectados cada día con la Escritura porque allí está Cristo, nuestro verdadero descanso y es por esto que nuestro día de reposo es cada día. Nosotros vivimos en el reposo verdadero y es importante que disfrutemos este descanso y, para hacerlo, necesitamos iniciar la lectura de la Biblia con oración, pidiéndole al Espíritu Santo que sea nuestro guía y maestro, que en cada lectura de la Palabra veamos nuestro pecado y la imposibilidad de arreglar las cosas por nosotros mismos y así seamos llevados a Jesús, así podamos dejar que sea el Espíritu Santo quien nos haga usar el tercer mandamiento como guía al tener en cada día un espacio entre Dios, su Palabra y nosotros, así cuando lleguemos a la congregación el día que estamos adorando a nuestro Dios disfrutemos con los hermanos que hacen parte de este reposo también, en nuestras familias dediquemos el tiempo suficiente para este reposo, en nuestros trabajos hagamos pausas activas espirituales y así podemos seguir en este mundo hasta que estemos en la presencia de nuestro Dios y allá estaremos todo nuestro tiempo bien invertido a su lado. Amén.
Los Himnos:
Algunos himnos sugeridos:
Cantad al Señor:
28 El profundo amor de Cristo
38 Tu palabra es mi cántico
51 Dios de gracia, Dios de gloria
53 Seguidme a mí, dice el Señor
88 Sublime gracia
90 (Oh Cristo de infinito amor!
107 El Señor es mi luz
Culto Cristiano:
110 Luz brillante, dulce y pura
112 Padre, tu palabra es
113 Preciosa herencia
115 Tu Palabra, (Oh Santo Dios!
116 Tu Palabra, (Oh Padre Santo!
246 Mi fe descansa en ti
285-301 Los himnos de apertura y clausura del culto
306 (Oh día de reposo!
307 Hoy es el día de reposo
308 Ya el fin se acerca
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