Primer Domingo de Navidad

Dios da un sacerdote para que sea el sacrificio

Blanco

Tema del Día:

Jesús vino para ser nuestro Sumo Sacerdote. Vino a representar a toda la raza humana ante Dios y a reconciliarla con Dios. Durante siglos, Dios había enseñado a su pueblo que esta reconciliación requería sacrificios. Para librarse de la muerte y de la esclavitud en Egipto, por ejemplo, había que sacrificar el cordero pascual.

Oración del día

Dios todopoderoso, que en tu misericordia enviaste a tu Hijo unigénito para que asumiera nuestra naturaleza humana. Por su bondadosa venida, líbranos de la corrupción de nuestro pecado y transfórmanos en la semejanza de su gloria, por tu Hijo Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y siempre.

Primera lectura: Isaías 50:4-9

El pueblo elegido de Dios no obedeció a Dios ni confió en él. Esta es la causa de la aguda reprimenda que abre el capítulo 50 de la profecía de Isaías. No fue por la infidelidad del Señor hacia ellos por lo que serían enviados al exilio. Fue a causa de sus pecados. Fue porque actuaron como si Dios fuera demasiado débil para librarlos de sus enemigos. En cambio, el Siervo del Señor es perfecto tanto en su obediencia como en su confianza. Ha sido instruido en el camino que se le ha trazado y lo ha abrazado de buen grado. A pesar de que ese camino está pavimentado con sufrimiento, el Siervo del Señor acepta de buen grado ese camino.

4Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. 5Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. 6Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.

7Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado. 8Cercano está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí. 9He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.

Salmo del Día: Salmo 84

La Iglesia canta el Salmo 84 en los servicios que enfatizan la alegría de reunirse en congregaciones cristianas en torno al Evangelio en Palabra y sacramento. Las imágenes son similares a las de los salmos 42 (de la primera sección de los salmos de los Hijos de Coré) y 63. Martín Lutero dijo: «El salmo 84 es un salmo de consuelo. Alaba la Palabra de Dios por encima de todo lo demás. Nos mueve a atesorar la Palabra de Dios por encima de la gloria, el poder, la alegría o el deseo. ¿Por qué? El salmista es claro: la Palabra de Dios da la victoria, la salvación, la gracia, la gloria y todas las cosas buenas.»

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.

1¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

2Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;

Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

3Aun el gorrión halla casa,

Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,

Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,

Rey mío, y Dios mío.

4Bienaventurados los que habitan en tu casa;

Perpetuamente te alabarán.

Selah

5Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,

En cuyo corazón están tus caminos.

6Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,

Cuando la lluvia llena los estanques.

7Irán de poder en poder;

Verán a Dios en Sion.

8Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;

Escucha, oh Dios de Jacob.

Selah

9Mira, oh Dios, escudo nuestro,

Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.

Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,

Que habitar en las moradas de maldad.

11Porque sol y escudo es Jehová Dios;

Gracia y gloria dará Jehová.

No quitará el bien a los que andan en integridad.

12Jehová de los ejércitos,

Dichoso el hombre que en ti confía.

Segunda lectura: Hebreos 2:10-18

En estos versículos, el escritor nos muestra la humillación de Jesús no es un reflejo de su estatus; es un reflejo del estatus de las personas a las que vino a salvar. Todo lo que existe fue hecho por él y para él. Sin embargo, se hizo nuestro servidor. Compartió nuestra carne y nuestra sangre. Se hizo como nosotros, plenamente humano en todos los sentidos. Sufrió la tentación que nos había derrotado y soportó la muerte que nos tenía cautivos en sus poderosas garras.

10Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. 11Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12diciendo:

Anunciaré a mis hermanos tu nombre,

En medio de la congregación te alabaré.

13Y otra vez:

Yo confiaré en él.

Y de nuevo:

He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.

14Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Evangelio: Lucas 2:41-52

No es de extrañar que este suceso la haya impresionado tanto. Los acontecimientos traumáticos suelen hacerlo. Después de cumplir con su obligación de presentarse en Jerusalén para la Pascua, Jesús permitió que sus padres partieran sin él y viajaran un día entero con el resto de su caravana. Se sentó en los atrios del templo, dialogando con los maestros, mientras sus padres le buscaban frenéticamente. La reacción de María no nos sorprende lo más mínimo.

41Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; 42y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. 43Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. 44Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; 45pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. 46Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. 47Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. 48Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. 49Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? 50Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. 51Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

52Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.

HERMANOS VEAMOS A UNA FAMILIA ADORANDO AL DIOS SALVADOR

Una de las cosas difíciles hoy en día es mantener la vida espiritual en las familias. Cuando mis hijos eran niños todo era muy fácil porque teniamos una hora diaria para hacer el devocional y todos estábamos allí adorando a Dios como familia, pero a medida que fueron creciendo hasta llegar a la vida adulta ha sido más dificil el poder juntarnos con frecuencia en la semana para adorar a Dios, los horarios de trabajo o de las actividades que tienen los hijos ha hecho que la práctica de hacer devocionales con ellos haya cambiado. Pero gracias a Dios hoy, por medio de la tecnología, les enviamos los devocionales diarios por WhatsApp y sabemos que ellos meditan en la Palabra de Dios en su debido tiempo. Pero creo que es algo que pasa en todas las familias cristianas del mundo entero, al crecer los hijos es más dificil mantener nuestra familia unida en adoración a nuestro Dios. Este es un tema muy complejo de hablarlo porque en oportunidades podemos dejar la fe y dejar de practicarla, como consecuencia de esto la vida espiritual de la familia pasa a un segundo plano. El diablo que es el padre de la división sabe que a un cristiano le quita la Palabra de Dios y este muere, es por esto que podemos ver un mundo muy afanoso, un mundo intolerable, un mundo que no le importa la Palabra de Dios y no le importa que las personas se congreguen y es por esto que hay personas que trabajan más de 40 0 48 horas en la semana. Pasamos hoy en día muy cansados porque el maligno sabe que nosotros trabajamos duro por la comida del estómago y dejamos que el alimento espiritual pase a un segundo plano. El maligno sabe muy bien hacernos perder el propósito de ser hijos de Dios al centrarnos en lo material y todo lo que necesitamos y olvidamos lo verdadero que da vida, la Palabra de Dios. Nos queda sino confesar nuestro pecado en contra del primer mandamiento porque olvidamos adorar a Dios y caemos en la trampa de estar muy ocupados, este es nuestro dios, y esto nos lleva a despreciar la Palabra de Dios pecando así contra el tercer mandamiento porque dejamos de escucharla de buena voluntad. Nosotros somos muy frágiles y el enemigo nos ha llevado a pensar en abandonar la fe porque no tenemos tiempo o no es lo que pensábamos que era ser cristianos.

Pero ¿Qué es ser un cristiano en estos tiempos donde estamos tan apurados? En cierto sentido es difícil ser cristiano en todos los tiempos. Es claro para nosotros que el verdadero judaísmo es el cristianismo porque estos estaban enfocados en la venida del Mesías, es por esto que celebraban la fiesta de la pascua como lo vemos en el evangelio para este día. Todos nosotros recordamos lo que sucedió en Egipto, que era un tipo del diablo, al esclavizar el pueblo de Dios. Pero Jehová, el Dios Todo Poderoso destruyó al incrédulo faraón y su pueblo con un poco de sangre derramada de un cordero y puesta en los marcos de las puertas de los creyentes, porque el Ángel de Jehová, que es el mismo Jesús, pasó matando a todos los primogénitos de las casas donde no encontraba como señal  la sangre. Esa fue la primera pascua que celebraron los judíos dentro de Egipto, un cordero sin defecto, comer hiervas amargas y la sangre del cordero usarla en los marcos de sus puertas. Desde ese momento Dios envió a celebrar esta fiesta a los judíos porque estaban enfocados en el Cordero que iba a venir. Era dificil para José, María, Jesús y todos los judios que iban a celebrar la pascua en Jerusalén porque tenían que caminar 120 kilómetros en cuatro días para llegar desde Nazaret hasta el templo para adorar en la Pascua. Pensemos en las dificultades del viaje, donde iban tantas personas, tantas familias, tantos niños, no era un viaje fácil el poder caminar todos juntos, el poder dormir en el camino todos juntos y su alimentación hacía que el viaje fuera bien planeado. Nosotros, estudiantes de la biblia sabemos que la fiesta de la pascua tenia como antesala la fiesta de los tabernáculos, es decir, pasaban una semana en Jerusalén haciendo toda esta festividad.

Los años del silencio es el tiempo en el cual la Escritura no registra actividad en la vida de Jesús. Pero recordemos que Lucas, el escritor de este evangelio investigó y escribió inspirado por el Espíritu Santo, podemos creer que en esta investigación entrevisto a María para contarle todos los detalles, pero es algo que suponemos, porque el mejor informador es el Espíritu Santo. Llevaban un día de camino en devolverse entre Jerusalén y Nazaret, es dónde entendemos lo difícil del viaje, se dieron cuenta que su niño, de 12 años no estaba con ellos. Pero es increible ver que este niño estaba haciendo la obra de Salvador en ese momento al quedarse en el templo sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndolos y preguntándoles.Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Ellos ignoraban que estaban delante de Emmanuel, Dios hecho hombre. Jesús fue instruido en su naturaleza humana por el rabí de su sinagoga, pero como Dios tenia un conocimiento perfecto de todo. María no entendía lo que estaba sucediendo y por esto hizo este reclamo: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Pero Jesús le respondió con dos preguntas: Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?Todo los que sucedió alrededor de Jesús lo hizo como nuestro sustituto, recordemos nuestro pecado en contra del primer y tercer mandamiento, Jesús los cumplió perfectamente por nosotros, estando en el templo con los maestros de la ley y cuando mostró a sus padres que su prioridad era los negocios de su Padre. Jesús enseñó a sus padres lo importante de toda familia, la presencia de Dios entre ellos. Años más tarde María tenia la seguridad que en verdad Jesús era el salvador de su pueblo, cuando estaba debajo de la cruz, viendo agonizar a su hijo, escuchándole cada palabra y como su corazón poco a poco dejaba de latir, el dolor de madre al ver su hijo morir no era nada comparable con este dolor de haberlo perdido por un día. Pero la muerte de Jesús fue por pagar todos nuestros pecados y ella, María, fue testigo de su resurrección donde mostró que venció al padre y destructor de familias con las divisiones, venció el pecado y la muerte.

 Por esto, Jesús nos enseña como estar una familia unida en la Palabra de Dios, aunque todo esto lo hizo como nuestro sustituto porque es Dios, también el Espíritu Santo quiere que nosotros vivamos así dentro de nuestros hogares, Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. Los hijos necesitan siempre en toda edad estar sujetos a sus padres, porque esto es agradable al Señor, un hijo que tiene la Palabra de Dios en su vida es porque el Espíritu Santo le guía, proverbios habla a ellos de esta manera: 20Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre; 21Átalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello. 22Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes. 23Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen. (Proverbios 6:20-23). Este es el resultado de unos padres que estén siempre preocupados que sus hijos tengan la Palabra de Dios abierta cada día de sus vidas. Los padres necesitamos entender que el cuarto mandamiento nos guía en preocuparnos no solo por las cosas materiales de nuestros hijos, sino lo más importante, el cuidado espiritual. Así los hijos no vivan con nosotros siempre necesitamos tenerlos en nuestras oraciones, recordarles lo importante de congregarse y de enseñarle a su familia las riquezas de Dios. Cuando el matrimonio queda solo sin hijos, porque ya esta en el nido vació, es muy importante cuidarse espiritualmente porque así como los hijos necesitan crecer en sabiduría y en gracia, nuestra relación de matrimonio también, esto centrado a la vida de Jesús como nuestro Salvador, de esta manera nuestra familia y nuestro matrimonio es Luz para otras familias que podemos apoyar en los momentos que necesitan ayuda espiritual, momentos donde podemos centrarnos en Jesús para que el diablo no divida más las familias, para que el Espíritu Santo nos guie en producir frutos de fe como familia, no solamente estando unidos sino también apoyando a la congregación con nuestras ofrendas, con nuestros dones y como familia dedicar un tiempo para servir en la congregación y al prójimo. No hay nada más bello que mostrar el amor al hermano en la fe o al prójimo al servirles como familia, como hijos de Dios. ¡Volvamos a los tiempos de devocional familiar! ¡volvamos al tiempo de oración familiar! Y vivamos en nuestra familia guiados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

× ¿Cómo podemos ayudarte?